/ lunes 6 de abril de 2020

Covid:19: 40 días sin tregua para la niñez maltratada

El 63% de las niñas y niños entre 1 a 14 años de edad han experimentado al menos un tipo de violencia en sus hogares durante el 2015. El 45% de los menores adolescentes entre los 12 a 17 años, ha experimentado algún tipo de violencia psicológica. Dentro del hogar, el 70.3% de las las mujeres son más violentadas que los hombres (29.7%) de acuerdo a la Encuesta de Niños, Niñas y Mujeres 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La violencia en el hogar la ejercen 6 de cada 10 adultos (mamá o papá).

Hace casi 100 años durante el gobierno del presidente Álvaro Obregón, se declaró el 30 de abril como el día del niño en México. El Secretario de Educación Pública era José Vasconcelos, abogado nacido en el estado de Oaxaca y fundador del Ministerio de Educación en el país. Fue hasta el 20 de noviembre de 1959 que la ONU instituyó la celebración de este día a nivel internacional.

El origen de esta celebración deriva de los efectos colaterales que ocasionó la Primera Guerra Mundial, donde miles de menores en 1917, quedaron huérfanos, lo que motivó a la activista Eglantyne Jebb, a fundar la organización “Save The Children” con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja para su atención.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, actualmente prevé en su artículo 4°, que el Estado velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez garantizando sus derechos: alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2018, identificó que el 30.1% de la población son personas entre los 0 a 14 años de edad. Más de 38.3 millones de menores el día de hoy se encuentran en casa con sus mamás, papás, abuelos, abuelas, tutores, hermanas y hermanos, ya que por acuerdo oficial desde el pasado 16 de marzo, se suspendió su principal actividad: asistir a las escuelas; donde aprenden, juegan y se reúnen con sus compañeros de banca para conversar las aventuras que viven todos los días y hasta dónde los llevan los rincones de su imaginación.

Este mes de abril, los menores permanecerán en sus casas con sus familiares las 24 horas del día y desde hace 15 días algunos han aprendido a ser autodidactas, a resolver las dudas escolares con sus tutores o hermanas o hermanos mayores, a conectarse a plataformas digitales para recibir instrucciones de sus maestras o maestros, han transformado sus habitaciones en sus bancas escolares y sitios recreativos.

La familia mexicana como lo mencioné en mi columna pasada se integra de 3.7 personas aproximadamente de acuerdo al INEGI y conforme lo establece el Código Familiar del Estado de Sinaloa, se define como una institución social integrada por dos o más personas unidas o emparentadas entre sí, por consaguinidad afinidad o adopción en la que sus miembros son sujetos de derechos y obligaciones.

La familia tiene como función la convivencia de sus miembros por medio de la permanencia y estabilidad de sus relaciones para satisfacer las necesidades de subsistencia y defensa.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, prevé que es obligación de todos los integrantes de una familia tratarse con respeto, ya que pueden ser de diferente género y edad, tener mayor o menor fuerza física, diferir en opiniones o desempeñar trabajos o actividades diversas. Deben de vivir en un ambiente libre de violencia y con la confianza suficiente para expresar las ideas y sentimientos.

De acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y febrero 2020, se reportaron en todo el país a la línea de emergencia (911) 33,645 incidentes por violencia familiar, siendo los estados con mayores casos por este delito Colima, Nuevo León, Durango, Ciudad de México y Tabasco. El año pasado el Semáforo Delictivo, reportaba un incremento del 12% en este tipo de violencia, colocándose en primer lugar el estado de Colima, seguido de Coahuila y Durango, los cuáles hasta la fecha han permanecido en los primeros sitios.

En Sinaloa, una entidad donde habitan más de 787 mil menores entre los 0 a 14 años de edad, se registraron en 2019, 23,010 incidentes de violencia familiar, más de 5 mil incidentes que en 2018, siendo el municipio de Culiacán el que registra mayores incidentes de este tipo con 9,487, Mazatlán con 5,393, Ahome con 5,235, Navolato con 713, Guasave con 1,199, El Fuerte con 310, Salvador Alvarado con 168, El Rosario con 119, Escuinapa con 96, Elota con 89, Sinaloa con 63, Choix con 38, Angostura con 36, Mocorito con 30, Concordia con 25, San Ignacio con 5, Badiraguato con 2 y Cosalá con 2.

Durante el periodo del registro de las llamadas anteriores las personas que solicitaron ayuda a través del 911, se encontraban en una circunstancia de la vida normal, con probablemente un periodo laboral y horario escolar los menores, por lo que la convivencia se limitaba a algunas horas al día en sus viviendas ¿Imagine lo que ocurre en cuarentena?

Entre el mes de enero y febrero de este año, el semáforo delictivo en Sinaloa, reportó 703 incidentes por violencia familiar en Sinaloa, siendo los municipios con mayores registros Culiacán con 370 y Guasave con 99, aumentando un 10% respecto al mismo período del 2019 (enero - febrero).

Este tipo de violencia se puede presentar con actos intencionales en el cuerpo de los menores, utilizando objetos, armas que ocasionen daños a su integridad física; psicoemocional donde a través de insultos, amenazas, humillaciones, comparaciones destructivas se maltrate a los menores ocasionandoles signos de depresión, agresividad, rebeldía, dificultades para asumir responsabilidades en la familia, entre otras. Asimismo, la violencia se puede presentar a través de actos sexuales donde los amenazan y ponen en riesgo o lesionan su libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual.

Al ESTAR EN CASA los menores pueden estar viviendo con sus presuntos agresores que lejos de cuidar de ellos, de brindarles orientación y cuidado en su desarrollo infantil, permanecen con esos presuntos delincuentes las 24 horas del día; sin ir a la escuela o a un abarrote donde puedan expresar lo que acontece en casa. En Inglaterra, durante este periodo de cuarenta se ha reportado un incremento del 65% de las llamadas a la línea de emergencia por abuso infantil.

Qué impactante es que hace unos días el secretario de seguridad pública y tránsito municipal de Culiacán, Óscar Guinto Marmolejo, informó que la violencia familiar registraba un aumento, y que las llamadas de auxilio es por personas lesionadas en su hogar o por violencia familiar… pero qué preocupante que en esta misma ocasión la autoridad en materia de seguridad mencionó que las denuncias fueron hechas por vecinos o familiares, pero que al llegar los agentes policiacos a las casas éstos les referían que “ya no había problema”. Esto me hace pensar que finalmente las personas no están siendo omisas ante el dolor de las víctimas, porque están, al menos, pretendiendo hacer algo.

Espero que a la par de estas declaraciones, se esté accionando de manera transversal, como en tantas ocasiones se ha mencionado que actúan. Espero que esas llamadas tengan un seguimiento por parte de las dependencias encargadas, como CEPAVIF y el DIF. Porque sólo es cuestión de darse el tiempo de verificar cómo es que se da el círculo de la violencia para saber, que las víctimas son constantemente amenazadas. Qué es muy fácil para los victimarios el hacer que sus víctimas NO hablen y mucho menos que denuncien.

Finalmente es esperanzador que las personas de alrededor se atrevan a hablar por las presuntas víctimas. Pero entonces ¿en qué momento se pierde la oportunidad de ayudarlas y ayudarlos? ¿dónde se rompe la línea que lleva a salvar a una persona que está sufriendo violencia? ¿Por qué cada vez son más niños y niñas los que son violentados?

Los números representan las víctimas que han sufrido en sinaloa algún tipo de violencia familiar y que probablemente sean las mismas que se encuentran encerradas con ellos durante este periodo de aislamiento social ante el coronavirus que a todos nos mantiene en casa.

El 63% de las niñas y niños entre 1 a 14 años de edad han experimentado al menos un tipo de violencia en sus hogares durante el 2015. El 45% de los menores adolescentes entre los 12 a 17 años, ha experimentado algún tipo de violencia psicológica. Dentro del hogar, el 70.3% de las las mujeres son más violentadas que los hombres (29.7%) de acuerdo a la Encuesta de Niños, Niñas y Mujeres 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La violencia en el hogar la ejercen 6 de cada 10 adultos (mamá o papá).

Hace casi 100 años durante el gobierno del presidente Álvaro Obregón, se declaró el 30 de abril como el día del niño en México. El Secretario de Educación Pública era José Vasconcelos, abogado nacido en el estado de Oaxaca y fundador del Ministerio de Educación en el país. Fue hasta el 20 de noviembre de 1959 que la ONU instituyó la celebración de este día a nivel internacional.

El origen de esta celebración deriva de los efectos colaterales que ocasionó la Primera Guerra Mundial, donde miles de menores en 1917, quedaron huérfanos, lo que motivó a la activista Eglantyne Jebb, a fundar la organización “Save The Children” con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja para su atención.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, actualmente prevé en su artículo 4°, que el Estado velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez garantizando sus derechos: alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2018, identificó que el 30.1% de la población son personas entre los 0 a 14 años de edad. Más de 38.3 millones de menores el día de hoy se encuentran en casa con sus mamás, papás, abuelos, abuelas, tutores, hermanas y hermanos, ya que por acuerdo oficial desde el pasado 16 de marzo, se suspendió su principal actividad: asistir a las escuelas; donde aprenden, juegan y se reúnen con sus compañeros de banca para conversar las aventuras que viven todos los días y hasta dónde los llevan los rincones de su imaginación.

Este mes de abril, los menores permanecerán en sus casas con sus familiares las 24 horas del día y desde hace 15 días algunos han aprendido a ser autodidactas, a resolver las dudas escolares con sus tutores o hermanas o hermanos mayores, a conectarse a plataformas digitales para recibir instrucciones de sus maestras o maestros, han transformado sus habitaciones en sus bancas escolares y sitios recreativos.

La familia mexicana como lo mencioné en mi columna pasada se integra de 3.7 personas aproximadamente de acuerdo al INEGI y conforme lo establece el Código Familiar del Estado de Sinaloa, se define como una institución social integrada por dos o más personas unidas o emparentadas entre sí, por consaguinidad afinidad o adopción en la que sus miembros son sujetos de derechos y obligaciones.

La familia tiene como función la convivencia de sus miembros por medio de la permanencia y estabilidad de sus relaciones para satisfacer las necesidades de subsistencia y defensa.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos, prevé que es obligación de todos los integrantes de una familia tratarse con respeto, ya que pueden ser de diferente género y edad, tener mayor o menor fuerza física, diferir en opiniones o desempeñar trabajos o actividades diversas. Deben de vivir en un ambiente libre de violencia y con la confianza suficiente para expresar las ideas y sentimientos.

De acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y febrero 2020, se reportaron en todo el país a la línea de emergencia (911) 33,645 incidentes por violencia familiar, siendo los estados con mayores casos por este delito Colima, Nuevo León, Durango, Ciudad de México y Tabasco. El año pasado el Semáforo Delictivo, reportaba un incremento del 12% en este tipo de violencia, colocándose en primer lugar el estado de Colima, seguido de Coahuila y Durango, los cuáles hasta la fecha han permanecido en los primeros sitios.

En Sinaloa, una entidad donde habitan más de 787 mil menores entre los 0 a 14 años de edad, se registraron en 2019, 23,010 incidentes de violencia familiar, más de 5 mil incidentes que en 2018, siendo el municipio de Culiacán el que registra mayores incidentes de este tipo con 9,487, Mazatlán con 5,393, Ahome con 5,235, Navolato con 713, Guasave con 1,199, El Fuerte con 310, Salvador Alvarado con 168, El Rosario con 119, Escuinapa con 96, Elota con 89, Sinaloa con 63, Choix con 38, Angostura con 36, Mocorito con 30, Concordia con 25, San Ignacio con 5, Badiraguato con 2 y Cosalá con 2.

Durante el periodo del registro de las llamadas anteriores las personas que solicitaron ayuda a través del 911, se encontraban en una circunstancia de la vida normal, con probablemente un periodo laboral y horario escolar los menores, por lo que la convivencia se limitaba a algunas horas al día en sus viviendas ¿Imagine lo que ocurre en cuarentena?

Entre el mes de enero y febrero de este año, el semáforo delictivo en Sinaloa, reportó 703 incidentes por violencia familiar en Sinaloa, siendo los municipios con mayores registros Culiacán con 370 y Guasave con 99, aumentando un 10% respecto al mismo período del 2019 (enero - febrero).

Este tipo de violencia se puede presentar con actos intencionales en el cuerpo de los menores, utilizando objetos, armas que ocasionen daños a su integridad física; psicoemocional donde a través de insultos, amenazas, humillaciones, comparaciones destructivas se maltrate a los menores ocasionandoles signos de depresión, agresividad, rebeldía, dificultades para asumir responsabilidades en la familia, entre otras. Asimismo, la violencia se puede presentar a través de actos sexuales donde los amenazan y ponen en riesgo o lesionan su libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual.

Al ESTAR EN CASA los menores pueden estar viviendo con sus presuntos agresores que lejos de cuidar de ellos, de brindarles orientación y cuidado en su desarrollo infantil, permanecen con esos presuntos delincuentes las 24 horas del día; sin ir a la escuela o a un abarrote donde puedan expresar lo que acontece en casa. En Inglaterra, durante este periodo de cuarenta se ha reportado un incremento del 65% de las llamadas a la línea de emergencia por abuso infantil.

Qué impactante es que hace unos días el secretario de seguridad pública y tránsito municipal de Culiacán, Óscar Guinto Marmolejo, informó que la violencia familiar registraba un aumento, y que las llamadas de auxilio es por personas lesionadas en su hogar o por violencia familiar… pero qué preocupante que en esta misma ocasión la autoridad en materia de seguridad mencionó que las denuncias fueron hechas por vecinos o familiares, pero que al llegar los agentes policiacos a las casas éstos les referían que “ya no había problema”. Esto me hace pensar que finalmente las personas no están siendo omisas ante el dolor de las víctimas, porque están, al menos, pretendiendo hacer algo.

Espero que a la par de estas declaraciones, se esté accionando de manera transversal, como en tantas ocasiones se ha mencionado que actúan. Espero que esas llamadas tengan un seguimiento por parte de las dependencias encargadas, como CEPAVIF y el DIF. Porque sólo es cuestión de darse el tiempo de verificar cómo es que se da el círculo de la violencia para saber, que las víctimas son constantemente amenazadas. Qué es muy fácil para los victimarios el hacer que sus víctimas NO hablen y mucho menos que denuncien.

Finalmente es esperanzador que las personas de alrededor se atrevan a hablar por las presuntas víctimas. Pero entonces ¿en qué momento se pierde la oportunidad de ayudarlas y ayudarlos? ¿dónde se rompe la línea que lleva a salvar a una persona que está sufriendo violencia? ¿Por qué cada vez son más niños y niñas los que son violentados?

Los números representan las víctimas que han sufrido en sinaloa algún tipo de violencia familiar y que probablemente sean las mismas que se encuentran encerradas con ellos durante este periodo de aislamiento social ante el coronavirus que a todos nos mantiene en casa.