/ lunes 30 de marzo de 2020

Covid-19: doblemente letal para las mujeres violentadas.

El 66% de las mujeres han vivido algún incidente de violencia, en el 67.1% de los casos los incidentes de violencia ocurrieron en casa de la mujer; 43.9% se ejerció por su pareja. Y por tiempo indefinido, durante esta emergencia sanitaria, estas mujeres permanecerán 24 horas ininterrumpidas con su presunto agresor.

En atención a COVID-19, el gobierno federal la tarde del sábado pasado (28 de marzo) a través de el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Hugo López Gatell, hizo un enérgico llamado a las y los mexicanos:

"Todos y todas debemos cuidarnos a nosotros mismos y cuidar también a nuestros seres queridos....QUÉDATE EN CASA, QUÉDATE EN CASA, QUÉDATE EN CASA, porque SI lo haces tú, y lo hacemos todos es la única manera de reducir la transmisión de este virus".

La instrucción de las autoridades de salud pública en México ha sido clara, más de 125 mil 091 millones de personas en México debemos permanecer en las más de 34 millones de viviendas en el país, para reducir la transmisión de este virus en nuestro entorno social y laboral. Las medidas sanitarias implican que más de 61 millones de mujeres y 58 millones de hombres convivan permanentemente en hogares que se encuentran integrados por aproximadamente 3.6 personas, según datos de la Encuesta Intercensal 2015 y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018.

Las condiciones de las viviendas en México donde las y los integrantes de la familia deben permanecer los próximos 30 días, las 24 horas, son limitadas. La Encuesta Intercensal 2015, denota que del total de las viviendas en México el 41.2% cuenta con 2 dormitorios, el 32.1% con 1 dormitorio, el 20.3% con 3 dormitorios y el 6% con 4 o más dormitorios y el 24.4% de estas viviendas no cuenta con un sistema de tuberías que permita desalojar de la vivienda las aguas utilizadas en el excusado, fregadero, regadera u otras instalaciones similares.

Esto quiere decir que al menos 16 horas al día de las que se destinen para realizar actividades escolares, laborales y domésticas se deben de desarrollar en viviendas con un promedio de 1 a 2 dormitorios para al menos 3 o 4 personas que integran la familia en promedio. Los dormitorios se convierten en oficinas, escuelas, centros de recreación, sitios de descanso, salas de televisión, donde puede haber diversión, esparcimiento, enseñanza, entretenimiento, riñas, golpes, discusiones con motivo de la convivencia entre las diferentes actividades que desarrollan las y los integrantes.

En comunicado oficial la directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Natalia Kanem, informó que "el coronavirus golpea tres veces a las mujeres: por la salud, por la violencia doméstica y por cuidar de los otros", ya que las mujeres embarazadas requieren de atención prenatal y no saben si es seguro ir a la clínica o si las van a atender; las mujeres en relaciones abusivas atrapadas en casa, temiendo por su seguridad; las migrantes para quienes el distanciamiento social no es opción y las adultas mayores, atrapadas de forma aislada que carecen de interacción social.

En Almassora España, al sexto día de aislamiento con motivo del decreto sanitario en España, se registró el primer asesinato durante el periodo de confinamiento de una mujer de 35 años por su pareja, quién la asesinó en el domicilio frente a sus dos menores hijos. En el mismo día, en Sevilla una mujer de 46 años fue ingresada en estado grave después de que su pareja intentará cortarle el cuello en la madrugada, cuando ella le dijo que iba a dejarlo.

En México, se publicó el acuerdo oficial que exhorta al sector privado que no se dedique a realizar actividades que atiendan la enfermedad del virus a dejar de laborar, aún no se emite un decreto oficial para quedarse en casa, pero debemos de ver lo que está pasando en otros países que se encuentran cumpliendo esta instrucción sanitaria por decreto. La experiencia internacional dicta que los casos de violencia familiar y violencia de género pueden ser una pandemia social que sature las líneas de emergencia u hospitales, que pone en riesgo a menores y las mujeres principalmente, ya que la casa representa para víctimas el sitio más inseguro por que se encuentra su agresor. De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2016) el 67.1% de los casos de violencia familiar ha ocurrido en la casa de las mujeres.

En Sinaloa, en los últimos tres años se han registrado 58, 018 incidentes al servicio de emergencia 911 por actos de violencia familiar, donde los principales municipios que tienen registros de este tipo de agresiones son en primer lugar Culiacán con 27,607 incidentes, segundo lugar Ahome con 12,386 incidentes y en tercer lugar Mazatlán con 11,145 reportes, seguidos de Guasave y Navolato en cuarto y quinto lugar respectivamente. Estos hechos se han derivado de algún acto u omisión, directa o indirecta por parte de parientes consanguíneos (mamás, papás, abuelas, abuelos), que han ocasionado daños o sufrimientos físicos, sexuales, psicoemocionales, económicos o patrimoniales a algún integrante de la familia, de acuerdo a lo previsto por el Código Penal del Estado de Sinaloa.

La violencia familiar es uno de los supuestos jurídicos previstos por el artículo 134 Bis del Código Penal del Estado de Sinaloa que configuran el delito de feminicidio, del cuál este mes de marzo he comentado con motivo del Día Internacional de la Mujer y que en medio de la pandemia de coronavirus (COVID-19) la experiencia internacional predice que existe una alta probabilidad que estos acontecimientos violentos aumenten debido a las medidas sanitarias de "ESTAR EN CASA".

Hoy viene a mi mente un testimonio de una mujer sinaloense que vivió angustiada por estar en casa con su agresor, quien nos comparte:

“Mi trabajo en el medio rural me aligeró la insostenible carga de la violencia doméstica. De alguna manera, cada vez que me encontraba en ese sitio, me sentía segura; podía respirar, caminar, vivir aunque sea unas horas sin sentir la presión en el pecho, sin sentir la mente agotada de tanto pensar. Aunque el miedo no se iba, la distancia con “la bestia” le daba un respiro a mi espíritu y mi cuerpo amoratado. Hoy, a tres años del “infierno” no dejo de pensar en qué habría sido de mí si hubiera tenido que estar todo el tiempo en esa casa con ese “loco”.

Este mes lo comenzamos las mujeres con un precedente histórico en el país que exhortó a todas las mujeres a salir manifestarse y al mismo tiempo al paro nacional. Hoy por responsabilidad sanitaria todas estamos en casa, pero para algunas representa el sitio más vulnerable donde se pueden quedar ellas y las menores que las acompañan, donde lejos de aislarse de la violencia, la tienen que vivir las 24 horas del día, durante al menos un mes, como lo comunicó la autoridad sanitaria. En el “hogar” donde las armas blancas se encuentran en la cocina, junto a la posible víctima o agresor.

Este es un llamado a las autoridades de seguridad, en tiempo de coronavirus no solamente "le toca" a las autoridades sanitarias auxiliarnos. La reacción debe ser precisa, inmediata y oportuna en todas las áreas de socorro y atención a víctimas.

Un importante instrumento para quienes se encuentren en estos casos y que con motivo de la situación actual sea imposible realizar la llamada telefónica al 911, pero tengan el acceso a un teléfono inteligente con internet: es descargar la aplicación 911, para que acceda a solicitar ayuda a las autoridades de seguridad o de protección civil, a través del botón de pánico o registrando sus datos personales, seleccionando el tipo de emergencia que ocurre "Violencia de pareja" "Violencia familiar" "Violencia de género", entre otras e información adicional que desee agregar.

Le comparto la anterior información oficial porque no está “demás”, porque es lo que hay por parte de los que “nos cuidan”; pero sé perfectamente que la mayoría de las mujeres y las niñas que sufren la violencia NO tienen la oportunidad de acceder a un teléfono o no lo quieren hacer por temor. Así que aprovecho esta oportunidad para pedirle a Usted que agudice los sentidos y sensibilice su corazón. Porque esas mujeres y esas niñas que aparecen en notas periodísticas después de ser asesinadas, eran vecinas de alguien. Porque los golpes y los gritos se ven y se escuchan. Las y los invito a que además de estar atentos por esta pandemia que nos azota, también lo estemos ante un mal que tiene años y que es más letal que cualquier virus. El feminicidio, la violencia hacia las mujeres en cualquiera de sus modalidades NO ESTÁ EN CUARENTENA. Ellas están sufriendo las 24 horas.

El 66% de las mujeres han vivido algún incidente de violencia, en el 67.1% de los casos los incidentes de violencia ocurrieron en casa de la mujer; 43.9% se ejerció por su pareja. Y por tiempo indefinido, durante esta emergencia sanitaria, estas mujeres permanecerán 24 horas ininterrumpidas con su presunto agresor.

En atención a COVID-19, el gobierno federal la tarde del sábado pasado (28 de marzo) a través de el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud Hugo López Gatell, hizo un enérgico llamado a las y los mexicanos:

"Todos y todas debemos cuidarnos a nosotros mismos y cuidar también a nuestros seres queridos....QUÉDATE EN CASA, QUÉDATE EN CASA, QUÉDATE EN CASA, porque SI lo haces tú, y lo hacemos todos es la única manera de reducir la transmisión de este virus".

La instrucción de las autoridades de salud pública en México ha sido clara, más de 125 mil 091 millones de personas en México debemos permanecer en las más de 34 millones de viviendas en el país, para reducir la transmisión de este virus en nuestro entorno social y laboral. Las medidas sanitarias implican que más de 61 millones de mujeres y 58 millones de hombres convivan permanentemente en hogares que se encuentran integrados por aproximadamente 3.6 personas, según datos de la Encuesta Intercensal 2015 y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018.

Las condiciones de las viviendas en México donde las y los integrantes de la familia deben permanecer los próximos 30 días, las 24 horas, son limitadas. La Encuesta Intercensal 2015, denota que del total de las viviendas en México el 41.2% cuenta con 2 dormitorios, el 32.1% con 1 dormitorio, el 20.3% con 3 dormitorios y el 6% con 4 o más dormitorios y el 24.4% de estas viviendas no cuenta con un sistema de tuberías que permita desalojar de la vivienda las aguas utilizadas en el excusado, fregadero, regadera u otras instalaciones similares.

Esto quiere decir que al menos 16 horas al día de las que se destinen para realizar actividades escolares, laborales y domésticas se deben de desarrollar en viviendas con un promedio de 1 a 2 dormitorios para al menos 3 o 4 personas que integran la familia en promedio. Los dormitorios se convierten en oficinas, escuelas, centros de recreación, sitios de descanso, salas de televisión, donde puede haber diversión, esparcimiento, enseñanza, entretenimiento, riñas, golpes, discusiones con motivo de la convivencia entre las diferentes actividades que desarrollan las y los integrantes.

En comunicado oficial la directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Natalia Kanem, informó que "el coronavirus golpea tres veces a las mujeres: por la salud, por la violencia doméstica y por cuidar de los otros", ya que las mujeres embarazadas requieren de atención prenatal y no saben si es seguro ir a la clínica o si las van a atender; las mujeres en relaciones abusivas atrapadas en casa, temiendo por su seguridad; las migrantes para quienes el distanciamiento social no es opción y las adultas mayores, atrapadas de forma aislada que carecen de interacción social.

En Almassora España, al sexto día de aislamiento con motivo del decreto sanitario en España, se registró el primer asesinato durante el periodo de confinamiento de una mujer de 35 años por su pareja, quién la asesinó en el domicilio frente a sus dos menores hijos. En el mismo día, en Sevilla una mujer de 46 años fue ingresada en estado grave después de que su pareja intentará cortarle el cuello en la madrugada, cuando ella le dijo que iba a dejarlo.

En México, se publicó el acuerdo oficial que exhorta al sector privado que no se dedique a realizar actividades que atiendan la enfermedad del virus a dejar de laborar, aún no se emite un decreto oficial para quedarse en casa, pero debemos de ver lo que está pasando en otros países que se encuentran cumpliendo esta instrucción sanitaria por decreto. La experiencia internacional dicta que los casos de violencia familiar y violencia de género pueden ser una pandemia social que sature las líneas de emergencia u hospitales, que pone en riesgo a menores y las mujeres principalmente, ya que la casa representa para víctimas el sitio más inseguro por que se encuentra su agresor. De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2016) el 67.1% de los casos de violencia familiar ha ocurrido en la casa de las mujeres.

En Sinaloa, en los últimos tres años se han registrado 58, 018 incidentes al servicio de emergencia 911 por actos de violencia familiar, donde los principales municipios que tienen registros de este tipo de agresiones son en primer lugar Culiacán con 27,607 incidentes, segundo lugar Ahome con 12,386 incidentes y en tercer lugar Mazatlán con 11,145 reportes, seguidos de Guasave y Navolato en cuarto y quinto lugar respectivamente. Estos hechos se han derivado de algún acto u omisión, directa o indirecta por parte de parientes consanguíneos (mamás, papás, abuelas, abuelos), que han ocasionado daños o sufrimientos físicos, sexuales, psicoemocionales, económicos o patrimoniales a algún integrante de la familia, de acuerdo a lo previsto por el Código Penal del Estado de Sinaloa.

La violencia familiar es uno de los supuestos jurídicos previstos por el artículo 134 Bis del Código Penal del Estado de Sinaloa que configuran el delito de feminicidio, del cuál este mes de marzo he comentado con motivo del Día Internacional de la Mujer y que en medio de la pandemia de coronavirus (COVID-19) la experiencia internacional predice que existe una alta probabilidad que estos acontecimientos violentos aumenten debido a las medidas sanitarias de "ESTAR EN CASA".

Hoy viene a mi mente un testimonio de una mujer sinaloense que vivió angustiada por estar en casa con su agresor, quien nos comparte:

“Mi trabajo en el medio rural me aligeró la insostenible carga de la violencia doméstica. De alguna manera, cada vez que me encontraba en ese sitio, me sentía segura; podía respirar, caminar, vivir aunque sea unas horas sin sentir la presión en el pecho, sin sentir la mente agotada de tanto pensar. Aunque el miedo no se iba, la distancia con “la bestia” le daba un respiro a mi espíritu y mi cuerpo amoratado. Hoy, a tres años del “infierno” no dejo de pensar en qué habría sido de mí si hubiera tenido que estar todo el tiempo en esa casa con ese “loco”.

Este mes lo comenzamos las mujeres con un precedente histórico en el país que exhortó a todas las mujeres a salir manifestarse y al mismo tiempo al paro nacional. Hoy por responsabilidad sanitaria todas estamos en casa, pero para algunas representa el sitio más vulnerable donde se pueden quedar ellas y las menores que las acompañan, donde lejos de aislarse de la violencia, la tienen que vivir las 24 horas del día, durante al menos un mes, como lo comunicó la autoridad sanitaria. En el “hogar” donde las armas blancas se encuentran en la cocina, junto a la posible víctima o agresor.

Este es un llamado a las autoridades de seguridad, en tiempo de coronavirus no solamente "le toca" a las autoridades sanitarias auxiliarnos. La reacción debe ser precisa, inmediata y oportuna en todas las áreas de socorro y atención a víctimas.

Un importante instrumento para quienes se encuentren en estos casos y que con motivo de la situación actual sea imposible realizar la llamada telefónica al 911, pero tengan el acceso a un teléfono inteligente con internet: es descargar la aplicación 911, para que acceda a solicitar ayuda a las autoridades de seguridad o de protección civil, a través del botón de pánico o registrando sus datos personales, seleccionando el tipo de emergencia que ocurre "Violencia de pareja" "Violencia familiar" "Violencia de género", entre otras e información adicional que desee agregar.

Le comparto la anterior información oficial porque no está “demás”, porque es lo que hay por parte de los que “nos cuidan”; pero sé perfectamente que la mayoría de las mujeres y las niñas que sufren la violencia NO tienen la oportunidad de acceder a un teléfono o no lo quieren hacer por temor. Así que aprovecho esta oportunidad para pedirle a Usted que agudice los sentidos y sensibilice su corazón. Porque esas mujeres y esas niñas que aparecen en notas periodísticas después de ser asesinadas, eran vecinas de alguien. Porque los golpes y los gritos se ven y se escuchan. Las y los invito a que además de estar atentos por esta pandemia que nos azota, también lo estemos ante un mal que tiene años y que es más letal que cualquier virus. El feminicidio, la violencia hacia las mujeres en cualquiera de sus modalidades NO ESTÁ EN CUARENTENA. Ellas están sufriendo las 24 horas.