/ viernes 12 de julio de 2019

¿Cómo va Oscar Pérez Barros en Turismo?

Pronto, Oscar Pérez Barros cumplirá su primer año como secretario de Turismo en el Estado, y sin necesidad de acudir al Congreso Local para informar sobre lo que ha hecho y sobre lo no alcanzado, tendrá un ambiente propicio para aplicarse una auto-evaluación que lo deja en el centro de dos filos. Fortalecerse en el ánimo del gobernador, de los empresarios turísticos y de los paseantes o “irse y punto” como lo prometió luego de tomar posesión en el cargo.

La decisión de retirarse la tomaría para acallar la inconformidad de dueños de empresas del ramo que no mostraron su mejor cara cuando en septiembre del 2018, el mandatario Quirino Ordaz Coppel lo habilitó en el puesto en lugar de Marco Antonio García Castro.

Y que contrarrestaron que la designación respondía más al paisanaje mazatleco y no al perfil o la capacidad que se requería. Sin embargo, el muchacho profesionista salió muy movido. En principio, fue objeto de los malestares de los diversos sectores económicos y políticos que buscan estar en el aparato del poder para beneficiarse y que libran disputas aparatosas.

En realidad el joven empresario radiofónico que se convirtió en la cabeza de la institución de Turismo del gabinete Quirinista, probó una de las primeras cosas que expresó: “me gustan las ventas y sé vender”.

En cuanto puso el primer pie en su despacho, se lanzó a la promoción de la actividad que en los últimos años pasó a ser una de las más rentables, traedora de inversiones y de empleos entre los ciudadanos y los prestadores de los servicios turísticos. Y se abocó a aumentar la interconexión del transporte por aire, mar y tierra.

Por jalar la instalación de nuevos hoteles y mantener el nivel de aceptación nacional e internacional de este puerto y de los atractivos de los 18 municipios.

Hoy, Oscar Pérez Barros, deberá adaptarse a los nuevos tiempos que demandan los actores de esta tarea que crece vertiginosamente. Recuperar el regreso de cruceros al puerto norteño de Topolobampo, aunque la joya de la Corona –como lo sostuvo- sea Mazatlán.

E impulsar la creación de infraestructura y el mejoramiento del rostro de los espacios turísticos y de los servicios en todo Sinaloa.


Sin dejar correr la dificultad que genera la desleal competencia de las plataformas digitales, a las que hay que poner especial atención y a las que precisamente el vicepresidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Carlos Berdegué Sacristán puso en la mesa de los asuntos pendientes.

Como las de Airnbn y Expedia, entre otras que no solo rentan habitaciones para el hospedaje, sino se expandieron hasta el comercio, el transporte y otras actividades que golpean al hotelería convencional, pero a las que urge regulación porque llegaron para quedarse.

En todo este proceso, está en medio Oscar Pérez Barros que pudiera trascender más, si es que como se rumora, lo trae entre sus ojos el ejecutivo Quirino Ordaz Coppel para cuando se acerque el momento de rescatar para el Partido Revolucionario Institucional, la alcaldía de Mazatlán. En las manos del joven traerá sus propios indicadores turísticos que le servirán políticamente. Pendientes para cuando los dé a conocer.

En cuestión de horas el descalabro.

Fue cuestión de horas y para que los mercados financieros de los que depende directamente México no se cayeran tan dolorosamente, el gobierno federal colocó a Arturo Herrera para sustituir en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a

Carlos Urzúa. En pocas horas, el dólar subió de precio.

Pronto, Oscar Pérez Barros cumplirá su primer año como secretario de Turismo en el Estado, y sin necesidad de acudir al Congreso Local para informar sobre lo que ha hecho y sobre lo no alcanzado, tendrá un ambiente propicio para aplicarse una auto-evaluación que lo deja en el centro de dos filos. Fortalecerse en el ánimo del gobernador, de los empresarios turísticos y de los paseantes o “irse y punto” como lo prometió luego de tomar posesión en el cargo.

La decisión de retirarse la tomaría para acallar la inconformidad de dueños de empresas del ramo que no mostraron su mejor cara cuando en septiembre del 2018, el mandatario Quirino Ordaz Coppel lo habilitó en el puesto en lugar de Marco Antonio García Castro.

Y que contrarrestaron que la designación respondía más al paisanaje mazatleco y no al perfil o la capacidad que se requería. Sin embargo, el muchacho profesionista salió muy movido. En principio, fue objeto de los malestares de los diversos sectores económicos y políticos que buscan estar en el aparato del poder para beneficiarse y que libran disputas aparatosas.

En realidad el joven empresario radiofónico que se convirtió en la cabeza de la institución de Turismo del gabinete Quirinista, probó una de las primeras cosas que expresó: “me gustan las ventas y sé vender”.

En cuanto puso el primer pie en su despacho, se lanzó a la promoción de la actividad que en los últimos años pasó a ser una de las más rentables, traedora de inversiones y de empleos entre los ciudadanos y los prestadores de los servicios turísticos. Y se abocó a aumentar la interconexión del transporte por aire, mar y tierra.

Por jalar la instalación de nuevos hoteles y mantener el nivel de aceptación nacional e internacional de este puerto y de los atractivos de los 18 municipios.

Hoy, Oscar Pérez Barros, deberá adaptarse a los nuevos tiempos que demandan los actores de esta tarea que crece vertiginosamente. Recuperar el regreso de cruceros al puerto norteño de Topolobampo, aunque la joya de la Corona –como lo sostuvo- sea Mazatlán.

E impulsar la creación de infraestructura y el mejoramiento del rostro de los espacios turísticos y de los servicios en todo Sinaloa.


Sin dejar correr la dificultad que genera la desleal competencia de las plataformas digitales, a las que hay que poner especial atención y a las que precisamente el vicepresidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Carlos Berdegué Sacristán puso en la mesa de los asuntos pendientes.

Como las de Airnbn y Expedia, entre otras que no solo rentan habitaciones para el hospedaje, sino se expandieron hasta el comercio, el transporte y otras actividades que golpean al hotelería convencional, pero a las que urge regulación porque llegaron para quedarse.

En todo este proceso, está en medio Oscar Pérez Barros que pudiera trascender más, si es que como se rumora, lo trae entre sus ojos el ejecutivo Quirino Ordaz Coppel para cuando se acerque el momento de rescatar para el Partido Revolucionario Institucional, la alcaldía de Mazatlán. En las manos del joven traerá sus propios indicadores turísticos que le servirán políticamente. Pendientes para cuando los dé a conocer.

En cuestión de horas el descalabro.

Fue cuestión de horas y para que los mercados financieros de los que depende directamente México no se cayeran tan dolorosamente, el gobierno federal colocó a Arturo Herrera para sustituir en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a

Carlos Urzúa. En pocas horas, el dólar subió de precio.