Así es, como dice el dicho: “no hay mal que por bien no venga”. Y como el que manda en México tiene la costumbre de señalar “con todo respeto”, solo que nuestra parte, la frase es auténtica, así es que sin pretender ofender a nadie: la eliminación de los Dorados de Sinaloa, debe resultar positiva, con todo respeto, para que de una buena vez el cuerpo técnico se dedique que en cuerpo y alma exclusivamente realmente a lo importante: el torneo de liga cuyos objetivos son calificar, luego luchar por obtener el cetro y, finalmente si se consigue, ir por el ascenso.
Otra frase de moda es la de “yo tengo otros datos”. Bueno pues si alguien insiste que el torneo de copa es positivo para los equipos de ascenso, en lo personal, yo si tengo otros datos, los que desde luego no se darán a conocer nunca, en lo económico, pero son sin duda en auténtico dolor de cabeza para todos los clubes, incluyendo los de la primera división.
Mire usted, en primer lugar, los clubes tienen que desembolsar fuertes cantidades por conceptos de boletos de avión, hotel y alimentación de jugadores, cuerpo técnico y demás personal que acompaña al equipo. Si de jugar como local se trata, hay otros gastos, como consumir más luz, pagar al personal eventual y arbitraje. Los ingresos en cuanto a la asistencia son raquíticos, pese a que participan equipos de la máxima categoría, desde luego excepción hecha cuando la suerte los ubica en un grupo donde está un equipo como Chivas, Cruz Azul, América o Tigres, pero resulta que estos tres últimos no juegan la copa. Dorados se vio favorecido con el sorteo por la visita de Chicas. Usted ya lo vio, estadio lleno, pero luego viene Bravos, también de primera división y el público simplemente no respondió.
Ese juego, resultó un espectáculo muy pobre, tirando a mediocre.
Aquí es donde entra otro aspecto muy importante: el trabajo de cuerpo técnico y jugadores, aunque también va en ello el administrativo. En cuanto al primero, el director técnico tiene que trabajar para planificar dos partidos cuando en la semana se juntan liga y copa, a querer o no el trabajo se divide y desde luego, no está al cien para afrontar el de liga. Un técnico tiene que analizar a sus rivales, previo a cada juego. Los viajes interrumpen el trabajo semanal, aun cuando los que se quedan lo hagan con los auxiliares. Cuando varios de los titulares juegan la copa, regresan para realizar trabajo de recuperación por separado y corren el riesgo, como ya sucedió con Zuñiga, de una lesión que los deje fuera.
En lo administrativo hay que atender toda la logística del viaje, reservaciones de vuelos y hoteles, autobuses para su traslado de aeropuertos a hoteles y al estadio que se supone se deben de pagar al contado, cargar con los arreos necesarios, balones, uniformes etc., mucho gasto pues a cambio de casi nada; casi porque lo único de provecho es que vean acción jugadores que ven poca en la liga y párele de contar.
Veremos pues si ya terminada su participación en la tortuosa copa, todos se concentran en recuperar lo mucho que se ha perdido en la liga.
Nos vemos mañana
