Así esté al frente el mejor técnico del mundo, nadie podría remediar lo que sucede en el equipo de las Chivas Rayadas del Guadalajara. Ni modo que, ante tantas fallas ofensivas como defensivas, sean absolutamente culpa de quien está al frente de la nave, no puede ser que jugadores profesionales, que se entrenan diariamente para hacer las cosas lo mejor posible, hagan las cosas tan mal, más allá de lo que sus rivales aprovechan, más que fabrican las oportunidades de gol.
Hemos visto los dos últimos partidos del Guadalajara y sí, ofrecen una aparente proclividad ofensiva, tienen más tiempo la pelota y por esa situación se supone deben merecer mucho más, sin embargo, en este deporte lo que importa son los goles, equivocarse lo menos posible y a su vez, más allá de jugar mejor, aprovechar los errores y debilidades del rival.
Ayer ante el Pachuca, ni modo de negarlo, el equipo creó infinidad de opciones de gol, producto de buenas acciones ofensivas, sin embargo, independientemente de las buenas intervenciones del portero tuzo, nos quedó la impresión de que los delanteros de Chivas, le dieron esas oportunidades porque no le dieron el sentido adecuado al toque de la pelota o bien no le dieron a sus pies y cabeza el tiempo necesario para poner la pelota lejos del alcance del arquero.
Los cuatro goles de los hidalguenses, sí los cuatro, fueron marcados errores de la defensiva de Chivas. Ante tal situación deben de agradecerle al Veracruz el que no estén en el sótano de la tabla porcentual y ahora deberán afrontar a un equipo que si bien no anda del todo bien pues no ha ganado en sus últimas cinco salidas, nos parece que tiene elementos más que suficientes para darle una paliza al llamado Rebaño Sagrado. Nos referimos, efectivamente al súper clásico del fútbol nacional a jugarse este sábado en el estadio Azteca.
El principal objetivo de Tomás Boy con sus jugadores, será de aquí a ese día, trabajar en el aspecto psicológico, porque esas dos últimas derrotas ante Morelia y Pachuca, queda la impresión que debieron terminar de otra forma, es decir que las oportunidades para ganarlos estuvo en ellos y nada más que en ellos, pero ante los michoacanos, fallaron mucho y el portero rival les hizo tres grandes atajadas y ante el Pachuca, entre los errores defensivos muy marcados el portero enemigo y sus propias fallas adelante, sellaron sus fracasos.
Por lo menos al momento de escribir estas líneas, no había reporte alguno sobre una posible salida del técnico, en lo personal a estas alturas a unos días del súper clásico, creemos que no sería prudente, pero de lo que si estamos casi seguros es que, si ante el América no logran un buen resultado, su cabeza penderá de un hilo. A quienes tenemos como equipo favorito a Chivas, nos duele, pero no por ello vamos a dejar de decir la neta.
Nos vemos mañana.
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