/ sábado 21 de noviembre de 2020

Bullying político trastorna al gabinete de Quirino

Sin poder resistir más el ambiente de tensión que priva en las alturas del poder estatal o a sus deseos de sumarse a un nuevo proyecto político, el jefe de la Oficina de Asesores del gobernador Quirino Ordaz Coppel, Guadalupe Robles escenificó la segunda renuncia que ocasionó una fractura política más al gabinete que comenzó a descomponerse a menos de un año de su ocaso.

Esta dimisión, prevista en nuestra entrega anterior, representa el quiebre de uno de los ejes principales del Gobierno del Estado, por la gran responsabilidad y delicadeza de la función que cumplía el hoy ex funcionario.

De esta área, salieron por mucho tiempo las propuestas que le dieron esencia a la administración en turno o que planearon hacer una entidad funcional o diferente a las que le antecedieron.

Sin embargo, el ex secretario del Ayuntamiento de Culiacán, con días antes estaba resuelto a dejar el cargo.

Lo más probable es que se sumará al equipo del aspirante a la gubernatura Sergio Torres Félix a quien Movimiento Ciudadano le abrió las puertas.

Aunque también su salida, muestra un mensaje que es imposible no escuchar. Que el ex secretario de Pesca y Acuacultura, primero en cantar su retirada, le empezó a desmantelar parte del aparato gubernamental al mandatario de la entidad.

Lo que le aplica paralelamente al Partido Revolucionario Institucional, a quien le desparpaja su estructura humana. Ya Ivanjov Valenzuela, de la interna Fuerza Sinaloense, constituyó el primer desprendimiento de muchos más que se registrarán en días venideros. Guadalupe Robles, que influyó bastante ideológicamente entre el priismo, significa otra pieza que se les desgaja.

En tanto, el bullying político que se práctica en las esferas de la autoridad sinaloense, alcanzó a Gonzalo Gómez Flores. Pronto desocupará la Secretaría General de Gobierno.

Hay una indiferencia en su contra con la que se desconoce prácticamente su investidura institucional. Ya no tiene voz ni voto en las decisiones vitales y pasó a ser solo un receptor de órdenes y sugerencias.

Mientras Ricardo Madrid, secretario de Desarrollo Social que adquirió la calidad de crucero. De menor jerarquía política y legal, es quien va y viene. Es el que le lleva las instrucciones y casi le dice que es lo que hay qué hacer. Un papel, por cierto, que asume con mucha propiedad el muchacho.

En medio de ese clima soez y de desorden político, se afirma que Gonzalo Gómez Flores ya presentó su escrito para ausentarse definitivamente del puesto. Le urge regresar a su despacho de abogado porque ya no soporta la guerra fría. Pero desgraciadamente, ni respuesta le dan a su demanda.

Este caso, sería de un efecto grave y similar al que nos ocupa para la salud política de las instituciones. Porque se trata de la figura del segundo de a bordo del Gobierno del Estado que acopió durante décadas una fama pública envidiable.

E innegablemente, de un amigo entrañable del jefe del Ejecutivo, por lo que se rompió entre ambos no solo el vínculo político, sino el lazo de amistad de que se tejió de años atrás.

En breve, habrá que ver que más se cae del andamio.

Se posiciona el nombre de Imelda Castro.

A unos días de sincerarse con los ciudadanos de que quiere ser la candidata a la gubernatura de Sinaloa por Morena, el nombre de Imelda Castro se posiciona rápidamente en el imaginario colectivo. A las mayorías les gusta la idea de que una dama con trayectoria amplia y de experiencia, sea quien las represente en las elecciones del 2021.

La senadora morenista, se deja querer y recibe en las redes sociales apoyos que no pensó que la colocaran en las preferencias de la sociedad.

Especialmente cuando se asume de antemano que es hora de que una mujer tome las riendas del estado.

Sin poder resistir más el ambiente de tensión que priva en las alturas del poder estatal o a sus deseos de sumarse a un nuevo proyecto político, el jefe de la Oficina de Asesores del gobernador Quirino Ordaz Coppel, Guadalupe Robles escenificó la segunda renuncia que ocasionó una fractura política más al gabinete que comenzó a descomponerse a menos de un año de su ocaso.

Esta dimisión, prevista en nuestra entrega anterior, representa el quiebre de uno de los ejes principales del Gobierno del Estado, por la gran responsabilidad y delicadeza de la función que cumplía el hoy ex funcionario.

De esta área, salieron por mucho tiempo las propuestas que le dieron esencia a la administración en turno o que planearon hacer una entidad funcional o diferente a las que le antecedieron.

Sin embargo, el ex secretario del Ayuntamiento de Culiacán, con días antes estaba resuelto a dejar el cargo.

Lo más probable es que se sumará al equipo del aspirante a la gubernatura Sergio Torres Félix a quien Movimiento Ciudadano le abrió las puertas.

Aunque también su salida, muestra un mensaje que es imposible no escuchar. Que el ex secretario de Pesca y Acuacultura, primero en cantar su retirada, le empezó a desmantelar parte del aparato gubernamental al mandatario de la entidad.

Lo que le aplica paralelamente al Partido Revolucionario Institucional, a quien le desparpaja su estructura humana. Ya Ivanjov Valenzuela, de la interna Fuerza Sinaloense, constituyó el primer desprendimiento de muchos más que se registrarán en días venideros. Guadalupe Robles, que influyó bastante ideológicamente entre el priismo, significa otra pieza que se les desgaja.

En tanto, el bullying político que se práctica en las esferas de la autoridad sinaloense, alcanzó a Gonzalo Gómez Flores. Pronto desocupará la Secretaría General de Gobierno.

Hay una indiferencia en su contra con la que se desconoce prácticamente su investidura institucional. Ya no tiene voz ni voto en las decisiones vitales y pasó a ser solo un receptor de órdenes y sugerencias.

Mientras Ricardo Madrid, secretario de Desarrollo Social que adquirió la calidad de crucero. De menor jerarquía política y legal, es quien va y viene. Es el que le lleva las instrucciones y casi le dice que es lo que hay qué hacer. Un papel, por cierto, que asume con mucha propiedad el muchacho.

En medio de ese clima soez y de desorden político, se afirma que Gonzalo Gómez Flores ya presentó su escrito para ausentarse definitivamente del puesto. Le urge regresar a su despacho de abogado porque ya no soporta la guerra fría. Pero desgraciadamente, ni respuesta le dan a su demanda.

Este caso, sería de un efecto grave y similar al que nos ocupa para la salud política de las instituciones. Porque se trata de la figura del segundo de a bordo del Gobierno del Estado que acopió durante décadas una fama pública envidiable.

E innegablemente, de un amigo entrañable del jefe del Ejecutivo, por lo que se rompió entre ambos no solo el vínculo político, sino el lazo de amistad de que se tejió de años atrás.

En breve, habrá que ver que más se cae del andamio.

Se posiciona el nombre de Imelda Castro.

A unos días de sincerarse con los ciudadanos de que quiere ser la candidata a la gubernatura de Sinaloa por Morena, el nombre de Imelda Castro se posiciona rápidamente en el imaginario colectivo. A las mayorías les gusta la idea de que una dama con trayectoria amplia y de experiencia, sea quien las represente en las elecciones del 2021.

La senadora morenista, se deja querer y recibe en las redes sociales apoyos que no pensó que la colocaran en las preferencias de la sociedad.

Especialmente cuando se asume de antemano que es hora de que una mujer tome las riendas del estado.