En tanto que el cuarto rebrote de Covid-19 se propagó al grado de alcanzar a tres secretarios del gabinete que preside Rubén Rocha Moya, obligar a la suspensión de clases presenciales y a propiciar largas filas en laboratorios privados y públicos de sospechosos de contagio, el alcalde de Mazatlán, Guillermo Benitez Torres siguió atrapado en la espiral enloquecedora de sus caprichos.
Tan pronto como el secretario de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda en compañía de funcionarios de Educación Pública y Cultura del Estado, informaron sobre la cancelación del regreso a las aulas y que después revelara que el Carnaval mazatleco se suspenderá si el número de infectados se extiende, el edil sureño apuró que no necesita amenazas.
Y reiteró que en la ciudad que encabeza, solo él y sus funcionarios adoptarán las medidas para proteger a la sociedad, de la pandemia que entró en su ola número cuatro, luego de que transcurrieron las fiestas decembrinas en medio de un clima de relajamiento.
Para lo que el munícipe del puerto, organizó una fiesta de bienvenida del 2022, a la que asistieron alrededor de 20 mil personas y desoyó la resolución de las autoridades del área que con diagnóstico en mano tomaron. Este puso en riesgo la vida y la salud de los sinaloenses.
Ayer, de nuevo se lanzó en contra de las autoridades estatales y les dejó en claro que el suceso carnavalesco lo cancelará si, de acuerdo a su criterio se registra un alza de casos, pero insinuó que no porque le ordenen de arriba, hará lo que le dicen.
La ira y la prepotencia que lo caracterizan en lo que demuestra que no le preocupan los pobladores, lo orilló a manejar el caso a su conveniencia al señalar que lo que declaró el titular de la SS, es un acto de intimidación, que no se requiere.
Sin embargo, su hiriente comportamiento la ciudadanía ya lo entendió como una escalada de berrinches que no respetan la figura del mandatario morenista Rubén Rocha Moya, quien realmente es quien mandata las acciones preventivas ante el grave peligro por el que se traviesa.
Es el único que se manifestó sistemáticamente en contra, porque los diferentes sectores en los que se incluye a la Iniciativa Privada y los principales sindicatos, se pronunciaron a favor de las labores providenciales en contra del coronavirus.
Luego de los eventos festivos que impulsó el 31 de diciembre, hoy cómodamente plantea que si suben las estadísticas en las infecciones, determinará si se realiza o no el Carnaval 2022, sin hacerse responsable de que primero, le abrió la puerta del par en par, a la enfermedad y de antemano se justifica sin pudor.
Por desgracia para los pobladores porteños y los del todo el territorio estatal, en vez de tener un aliado tienen un enemigo de alta peligrosidad, del que en lo sucesivo habrá que cuidarse.
Por lo que el Congreso del Estado, tendrá que vigilar en aras de actuar contra quien intenta dañar a la gente.
Suspenden Feria de Bienestar en Ahome.
Dentro del momento crucial que se vive, el presidente municipal de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, acorde con las disposiciones del Gobierno del Estado, aplazó para después las Ferias de Bienestar en la que se llevan servicios sociales y asesoría a los vecinos de las comunidades rurales y de las colonias populares de la ciudad de Los Mochis.
Se circunscribió al círculo de congruencia para que evitar que los ahomenses sufran del Covid-19, o por las concentraciones humanas, estén más expuestos a este conflicto.
Ello lo dio a conocer tras culminar la ceremonia solemne en la que el Cabildo que dirige hizo el Traslado de Poderes a la Villa de Ahome, al cumplirse 105 años de la fundación de la misma.
Ante los lugareños, se comprometió a trabajar con intensidad durante el periodo que le asiste para elevar las condiciones de vida de las familias, que resienten viejos rezagos en sus demandas comunitarias y que vieron, angustiosamente, pasar gobiernos municipales sin que les aportaran soluciones.
Hay que recordar que al comienzo de la contingencia sanitaria, la tierra ahomense fue una de las que mayores estragos tuvieron al igual que Navolato y Culiacán, en enfermos y muertos.
