/ lunes 5 de abril de 2021

Ante el Gran Jurado, la mentira o la verdad

En los primeros minutos que anunciaron la entrada del domingo, candidatos de todos los partidos y de las alianzas que “cuajaron” casi a fuerzas, partieron a cazar el voto. E inauguraron asi, una temporada que hará reflexionar a los ciudadanos sobre las propuestas, o los arrinconará en la esquina del hartazgo, si al estar en una de las elecciones más grandes de la historia, repiten el discurso de la mentira, que por décadas sirvió, pero que cambió la geografía partidista en 2018.

Y por los efectos de la pandemia, que acotará todo.

En principio, los abanderados a la gubernatura contuvieron sus ansias de disparar las ráfagas de imputaciones.

Sin embargo, es seguro que la cruzada de “sacado de trapos al sol”, está por arrancar. En ésta, los grupos inconformes de todas las fuerzas que dejaron pasmados, aportarán lo suyo.

El acto que encabezó Rubén Rocha Moya como abanderado del PAS-Morena, frente a la sede Unidad de Servicios Estatales, no exhibió planteamientos muy convincentes.

Su intervención se aisló a prometer que impulsará la instauración de la Cuarta Transformación y predicará con la frase: “no mentir, no robar”. En unos días, se sabrá si los sinaloenses le creen, porque ya les falló a los propios militantes.

Luego en conferencia de prensa, confirmó lo que la gente buscaba probar: que no investigará al gobernador saliente Quirino Ordaz Coppel, en caso de ganar el seis de junio, aunque haya irregularidades. Ello fortaleció la teoría de que se trata de la entrega de la plaza a cambio de protección del morenismo hacia la autoridad saliente, en agravio de los priistas.

En tanto, Mario Zamora Gastélum, pretenso al Gobierno estatal por la aleación PRI-PAN-PRD, abrió su proselitismo en el Hospital General de Guasave. Hizo bien al recocer la labor de los médicos y enfermeras que se juegan la vida en medio de la contingencia del Covid-19.

Lo que nadie le creyó es que derramara sus lágrimas como actor estelar de telenovelas. Es casi imposible que alguien que amasa grandes fortunas se fije en lo que le pasa a los más jodidos.

Por eso la incredulidad

Mientras Sergio Torres Félix, quien lucha por el cargo de Ejecutivo a través de Movimiento Ciudadano, comenzó frente al antiguo Palacio de Gobierno. Fue el único que en su oferta desenvolvió un Manifiesto por Sinaloa que integró con 20 puntos centrales.

Y aplicó la estrategia que hace más de tres años le rindió frutos a los opositores, y en esta ocasión, rasgó las vestiduras de la figura del poder en la entidad, cuando anunció que venderá los aviones, el helicóptero y la casa de Altata, propiedad del Gobierno del Estado.

Para reducir los excesivos gastos y destinarlos al sector Salud. Porque ya es tiempo de que “el gobernador no viva como Rey” ni que se comporte como tal.

Eso empezó a acalambrar y a calar hondo.

Rosa Elena Millán, de Fuerza por México, no hizo mucho aspaviento, pero se lanzó junto con su equipo a la búsqueda del sufragio.

Lo mismo hizo el resto de los candidatos y candidatas.

Con figuras alineadas Gerardo arranca campaña.

En la pérgola del Cerro de la Memoria en Ahome, Gerardo Vargas Landeros puso en marcha su trabajo como abanderado a la alcaldía por el PAS-Morena. En la “operación cicatriz” que cauteriza gradualmente la herida, formados en una sola línea lo acompañaron Juana Minerva Vázquez y Cecilia Covarrubias, que pelean los distritos electorales locales II y V, respectivamente.

También Guillermo Chapman Moreno, Ana Elizabeth Ayala Leyva, César Guerrero Alarcón y Elizabeth Chía Galaviz. El primero contiende por la diputación federal del Distrito 02 y en ese mismo orden los demás compiten por los locales de esa jurisdicción.

Para cerrar los acuerdos, líderes estatales y el propio Rubén Rocha Moya, candidato a la gubernatura, llegarán al principio de semana para promover la cicatrización final entre las corrientes en un plan que pretende adherir en un solo frente a las brigadas de Fuerza Trébol, a los morenistas, a la militancia y estructura del Partido Sinaloense, que dirige Héctor Melesio Cuén Ojeda y a simpatizantes, que se sumaron al proyecto.

La consigna es limar asperezas y asegurar el triunfo.

En los primeros minutos que anunciaron la entrada del domingo, candidatos de todos los partidos y de las alianzas que “cuajaron” casi a fuerzas, partieron a cazar el voto. E inauguraron asi, una temporada que hará reflexionar a los ciudadanos sobre las propuestas, o los arrinconará en la esquina del hartazgo, si al estar en una de las elecciones más grandes de la historia, repiten el discurso de la mentira, que por décadas sirvió, pero que cambió la geografía partidista en 2018.

Y por los efectos de la pandemia, que acotará todo.

En principio, los abanderados a la gubernatura contuvieron sus ansias de disparar las ráfagas de imputaciones.

Sin embargo, es seguro que la cruzada de “sacado de trapos al sol”, está por arrancar. En ésta, los grupos inconformes de todas las fuerzas que dejaron pasmados, aportarán lo suyo.

El acto que encabezó Rubén Rocha Moya como abanderado del PAS-Morena, frente a la sede Unidad de Servicios Estatales, no exhibió planteamientos muy convincentes.

Su intervención se aisló a prometer que impulsará la instauración de la Cuarta Transformación y predicará con la frase: “no mentir, no robar”. En unos días, se sabrá si los sinaloenses le creen, porque ya les falló a los propios militantes.

Luego en conferencia de prensa, confirmó lo que la gente buscaba probar: que no investigará al gobernador saliente Quirino Ordaz Coppel, en caso de ganar el seis de junio, aunque haya irregularidades. Ello fortaleció la teoría de que se trata de la entrega de la plaza a cambio de protección del morenismo hacia la autoridad saliente, en agravio de los priistas.

En tanto, Mario Zamora Gastélum, pretenso al Gobierno estatal por la aleación PRI-PAN-PRD, abrió su proselitismo en el Hospital General de Guasave. Hizo bien al recocer la labor de los médicos y enfermeras que se juegan la vida en medio de la contingencia del Covid-19.

Lo que nadie le creyó es que derramara sus lágrimas como actor estelar de telenovelas. Es casi imposible que alguien que amasa grandes fortunas se fije en lo que le pasa a los más jodidos.

Por eso la incredulidad

Mientras Sergio Torres Félix, quien lucha por el cargo de Ejecutivo a través de Movimiento Ciudadano, comenzó frente al antiguo Palacio de Gobierno. Fue el único que en su oferta desenvolvió un Manifiesto por Sinaloa que integró con 20 puntos centrales.

Y aplicó la estrategia que hace más de tres años le rindió frutos a los opositores, y en esta ocasión, rasgó las vestiduras de la figura del poder en la entidad, cuando anunció que venderá los aviones, el helicóptero y la casa de Altata, propiedad del Gobierno del Estado.

Para reducir los excesivos gastos y destinarlos al sector Salud. Porque ya es tiempo de que “el gobernador no viva como Rey” ni que se comporte como tal.

Eso empezó a acalambrar y a calar hondo.

Rosa Elena Millán, de Fuerza por México, no hizo mucho aspaviento, pero se lanzó junto con su equipo a la búsqueda del sufragio.

Lo mismo hizo el resto de los candidatos y candidatas.

Con figuras alineadas Gerardo arranca campaña.

En la pérgola del Cerro de la Memoria en Ahome, Gerardo Vargas Landeros puso en marcha su trabajo como abanderado a la alcaldía por el PAS-Morena. En la “operación cicatriz” que cauteriza gradualmente la herida, formados en una sola línea lo acompañaron Juana Minerva Vázquez y Cecilia Covarrubias, que pelean los distritos electorales locales II y V, respectivamente.

También Guillermo Chapman Moreno, Ana Elizabeth Ayala Leyva, César Guerrero Alarcón y Elizabeth Chía Galaviz. El primero contiende por la diputación federal del Distrito 02 y en ese mismo orden los demás compiten por los locales de esa jurisdicción.

Para cerrar los acuerdos, líderes estatales y el propio Rubén Rocha Moya, candidato a la gubernatura, llegarán al principio de semana para promover la cicatrización final entre las corrientes en un plan que pretende adherir en un solo frente a las brigadas de Fuerza Trébol, a los morenistas, a la militancia y estructura del Partido Sinaloense, que dirige Héctor Melesio Cuén Ojeda y a simpatizantes, que se sumaron al proyecto.

La consigna es limar asperezas y asegurar el triunfo.