/ jueves 6 de agosto de 2020

AMLO… Al estilo “Jirafales”.


Quirino. ¿Sin politiquería?


Interesante sin duda el mensaje político que ayer dirigió el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, en su visita a Sinaloa.

Un mensaje claro y fuerte, cuyo destinatario, aparente, y visto desde la óptica oficial, fue el gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel.

Pero, desde un punto de vista más pausado y analítico, lo dicho por el ejecutivo mexicano ayer en Culiacán, pudiera tener una connotación de interesantes dimensiones.

Y es que, aunque ya es usual que López Obrador llegue a los Estados investido en la personalidad histriónica del legendario y amoroso ”Profesor Jirafales”, creo que el discurso de reconocimiento al trabajo de Quirino Ordaz pronunciado ayer, se ubica por encima de los dirigidos a otros gobernadores.

Y es que, López Obrador hizo objeto de grandes deferencias a su anfitrión oficial, es decir, al gobernador Quirino Ordaz.

Dijo, que el ejecutivo estatal sí entiende de finanzas, y no anda con politiquerías.

Dijo que Quirino sí sabe cómo se distribuyen los recursos de la federación para que llegue a los más necesitados, lo que significó, un duro revés a los miembros de algunos grupos que mediante las redes sociales han estado señalando al gobernador de malos manejos del dinero oficial.

AMLO, hizo saber asimismo, que se siente muy contento con el trabajo que Quirino está llevando a cabo en beneficio del pueblo de Sinaloa.

Ya envuelto en la emotividad, el mandatario nacional aseguró que es una garantía entendernos, y tener una buena relación con un gobernador trabajador y honesto que está ocupado en su tarea de atender a la gente.

Y en ese discurso lleno de palabras de elogios y plegado de expresiones de franco reconocimiento para el mandatario sinaloense, López Obrador soltó la frase que dejaría la víbora chillando.

“Quirino no está metido en politiquerías” expresó el presidente de la República en clara alusión a la lucha pre electoral que ya está desatada en Sinaloa con miras a las elecciones del año venidero.

Y es precisamente a ésta frase, a la que los politólogos pudieran darle varias lecturas, sin embargo, en lo que a ésta columna se refiere, solo se me ocurren un par de preguntas.

La primera.- ¿La afirmación presidencial de que Quirino no anda con politiquerías, fue una orden velada para el gobernador de Sinaloa de ponerse quieto en el terreno electoral, con el consabido anuncio de que el rumbo y destino de la gubernatura ya está definido, y el nombre de quien a partir del año 2021 vendrá a gobernar Sinaloa está debidamente agendado y guardado en el escritorio principal de Palacio nacional?.

La otra.- ¿O sería una advertencia para que, si Quirino lo está haciendo saque en efecto sus manos del terreno político?.

Siempre ha sido halagador para un gobernador cuando al Estado que gobierna lo visita el Presidente de la República y más aún, cuando éste viene a deshacerse en halagos y reconocimientos públicos para su gestión, tal y como AMLO lo hizo hoy con el mandatario de origen mazatleco.

Por ello, ahí nuestra siguiente pregunta.

¿Será ese el caso de Quirino Ordaz Coppel?... La respuesta para algunos es SI. Para otros es NO.

Los que piensan en positivo, se basan en el hecho de que el gobernador debe sentirse por lo menos tranquilo, por saber que terminará su mandato de manera tranquila y sin sobresaltos, ya que el aval público del Presidente le da para eso y más.

Los que piensan en negativo, consideran que para Quirino, pese a los beneficios personales y políticos que el espaldarazo de AMLO puede arrojarle, debe ser frustrante entender que debe quedar aislado de las decisiones en materia de definir y apoyar políticamente la candidatura de quien pretendía apoyar para que viniera a sustituirlo en los mandos del Estado.

Lo cierto ante todo, es que con la gran astucia que lo caracteriza, así como con la habilidad que ha logrado a través de decenas de años en la grilla política, López Obrador, con su visita a Sinaloa, fue quien logró concretar varios de sus objetivos.

1.- Dejar claramente establecida su intención de lograr el control político electoral de los Estados de la República que son gobernados por la oposición.

2.- En Sinaloa, ya hizo lo propio, y dejó las cosas en claro. El candidato y seguro ganador en las elecciones de junio del 2021 para gobernador, será tema que quedará en sus manos.

3. Con la gira de ésta semana por los Estados del noroeste de la República mexicana, Nayarit, Sinaloa y Sonora, en donde los mandatarios “opositores” a MORENA, su Partido, se están alineando a su gobierno, sin duda el Presidente le está pegando un duro golpe al bloque opositor que promueven por lo menos 9 gobernadores del Norte y Centro del País y que le han declarado la guerra política.

Lo dicho, Andrés Manuel es habilidoso. Y si a esa habilidad y astucia le agregamos el poder político que le significa ser el Presidente de la República, la suma le ofrece enorme ventaja para quienes se atrevan a retarlo… En palabras coloquiales y al más puro estilo sinaloense, yo solo concluiría diciendo…“ Es cabrón el Peje”.


Quirino. ¿Sin politiquería?


Interesante sin duda el mensaje político que ayer dirigió el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, en su visita a Sinaloa.

Un mensaje claro y fuerte, cuyo destinatario, aparente, y visto desde la óptica oficial, fue el gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel.

Pero, desde un punto de vista más pausado y analítico, lo dicho por el ejecutivo mexicano ayer en Culiacán, pudiera tener una connotación de interesantes dimensiones.

Y es que, aunque ya es usual que López Obrador llegue a los Estados investido en la personalidad histriónica del legendario y amoroso ”Profesor Jirafales”, creo que el discurso de reconocimiento al trabajo de Quirino Ordaz pronunciado ayer, se ubica por encima de los dirigidos a otros gobernadores.

Y es que, López Obrador hizo objeto de grandes deferencias a su anfitrión oficial, es decir, al gobernador Quirino Ordaz.

Dijo, que el ejecutivo estatal sí entiende de finanzas, y no anda con politiquerías.

Dijo que Quirino sí sabe cómo se distribuyen los recursos de la federación para que llegue a los más necesitados, lo que significó, un duro revés a los miembros de algunos grupos que mediante las redes sociales han estado señalando al gobernador de malos manejos del dinero oficial.

AMLO, hizo saber asimismo, que se siente muy contento con el trabajo que Quirino está llevando a cabo en beneficio del pueblo de Sinaloa.

Ya envuelto en la emotividad, el mandatario nacional aseguró que es una garantía entendernos, y tener una buena relación con un gobernador trabajador y honesto que está ocupado en su tarea de atender a la gente.

Y en ese discurso lleno de palabras de elogios y plegado de expresiones de franco reconocimiento para el mandatario sinaloense, López Obrador soltó la frase que dejaría la víbora chillando.

“Quirino no está metido en politiquerías” expresó el presidente de la República en clara alusión a la lucha pre electoral que ya está desatada en Sinaloa con miras a las elecciones del año venidero.

Y es precisamente a ésta frase, a la que los politólogos pudieran darle varias lecturas, sin embargo, en lo que a ésta columna se refiere, solo se me ocurren un par de preguntas.

La primera.- ¿La afirmación presidencial de que Quirino no anda con politiquerías, fue una orden velada para el gobernador de Sinaloa de ponerse quieto en el terreno electoral, con el consabido anuncio de que el rumbo y destino de la gubernatura ya está definido, y el nombre de quien a partir del año 2021 vendrá a gobernar Sinaloa está debidamente agendado y guardado en el escritorio principal de Palacio nacional?.

La otra.- ¿O sería una advertencia para que, si Quirino lo está haciendo saque en efecto sus manos del terreno político?.

Siempre ha sido halagador para un gobernador cuando al Estado que gobierna lo visita el Presidente de la República y más aún, cuando éste viene a deshacerse en halagos y reconocimientos públicos para su gestión, tal y como AMLO lo hizo hoy con el mandatario de origen mazatleco.

Por ello, ahí nuestra siguiente pregunta.

¿Será ese el caso de Quirino Ordaz Coppel?... La respuesta para algunos es SI. Para otros es NO.

Los que piensan en positivo, se basan en el hecho de que el gobernador debe sentirse por lo menos tranquilo, por saber que terminará su mandato de manera tranquila y sin sobresaltos, ya que el aval público del Presidente le da para eso y más.

Los que piensan en negativo, consideran que para Quirino, pese a los beneficios personales y políticos que el espaldarazo de AMLO puede arrojarle, debe ser frustrante entender que debe quedar aislado de las decisiones en materia de definir y apoyar políticamente la candidatura de quien pretendía apoyar para que viniera a sustituirlo en los mandos del Estado.

Lo cierto ante todo, es que con la gran astucia que lo caracteriza, así como con la habilidad que ha logrado a través de decenas de años en la grilla política, López Obrador, con su visita a Sinaloa, fue quien logró concretar varios de sus objetivos.

1.- Dejar claramente establecida su intención de lograr el control político electoral de los Estados de la República que son gobernados por la oposición.

2.- En Sinaloa, ya hizo lo propio, y dejó las cosas en claro. El candidato y seguro ganador en las elecciones de junio del 2021 para gobernador, será tema que quedará en sus manos.

3. Con la gira de ésta semana por los Estados del noroeste de la República mexicana, Nayarit, Sinaloa y Sonora, en donde los mandatarios “opositores” a MORENA, su Partido, se están alineando a su gobierno, sin duda el Presidente le está pegando un duro golpe al bloque opositor que promueven por lo menos 9 gobernadores del Norte y Centro del País y que le han declarado la guerra política.

Lo dicho, Andrés Manuel es habilidoso. Y si a esa habilidad y astucia le agregamos el poder político que le significa ser el Presidente de la República, la suma le ofrece enorme ventaja para quienes se atrevan a retarlo… En palabras coloquiales y al más puro estilo sinaloense, yo solo concluiría diciendo…“ Es cabrón el Peje”.