Para cerrar la semana de nuestras entregas, dejamos a propósito el lamentable caso del jugador de Dorados, Misrha Francisco Herrera, asesinado cobardemente en una de las calles de esta capital, que como muchas otras, la violencia está imparable. Cierto es que, como el caso de este prometedor muchacho, se han dado muchos en todo el país, como también es verdad el hecho de que no pocos jóvenes andan enredados en problemas por diversas razones que los llevan a este tipo de situaciones.
De acuerdo a todo lo que se ha escrito, no es el caso de Mishra, pero tampoco fue a causa de un asalto común y corriente, por lo tanto, las autoridades competentes deben de encontrar las causas del porque la agresión y sus asesinos sean localizados y juzgados por la ley. A estas alturas, los investigadores deben de tener ya en sus manos datos para lograr su captura, la sociedad entera lo exige.
En lo personal, no vamos a culpar a determinada autoridad, sin embargo, llámese estatal, municipal o federal, tienen la responsabilidad de implementar estrategias adecuadas para bajar esta violencia incontenible. En realidad, las tres deben de hacer sinergia para lograr dar ese paso y que dejan atrás la cantaleta de echarle la culpa a los gobernantes que se fueron. Basta de excusas. Desde este espacio, demandamos el esclarecimiento de los hechos de este lamentable y cobarde asesinato.
Nada más que decir sobre el tema, solo solidarizarnos con la familia de Rafael y que, por lo menos tengan el consuelo de ver en la cárcel a los asesinos del muchacho.
Dadas las circunstancias, por hoy es suficiente.
Nos vemos la próxima semana.
