/ lunes 23 de noviembre de 2020

Alcalde y diputado, los gemelos malcriados

Una gresca directa, “de lavadero” –por decirlo de alguna manera y con todo respeto a las lavanderas de épocas de vecindario que ya se fueron-, ligaron el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro y el diputado local Pedro Villegas Lobo, yéndose al fondo de un juego fangoso que no traerá nada positivo, pero que expondrá sobre quién es el más grosero, vulgar o corriente.

Están extraviados.

Penosamente, si siguen en esa frecuencia, reafirmarán que no encuentran ideas para desempeñar sus papeles y que en vez de centrarse en lo que la gente demanda, permanecerán en ese lugar, en el que sin méritos, los colocó el accidente electoral del 2018 que empujó el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

Los dos llegaron producto de ese incidente.

Para los ciudadanos, resulta curioso observar que de lo que se acusan uno y otro es lo que poseen. Y lo que niegan es lo que tienen.

El segundo señala al primero de que “fue un error” para los culiacanenses elegirlo y, que actúa de manera misógina.

No hay que olvidar, que el legislador cayó al Congreso del Estado, a causa de lo que algunos electores llamaron la equivocación en que incurrieron al momento de acudir a las urnas, los electores.

Como tampoco se puede borrar de la mente, que sus principales pleitos los contrajo con mujeres, a las que parece que odia.

En cambio el edil de la capital sinaloense le imputa al integrante de la Cámara de ser corriente y vulgarizado.

Empero, a juicio de los pobladores, son casi iguales o idénticos y por desgracia los dos son morenistas, que desacreditan a militantes de esta agrupación que si son valiosos en su trabajo y en sus relaciones con la ciudadanía.

El munícipe, también desde que asumió el cargo, echó mano del recurso fácil de la grosería, la burla y la prepotencia.

Para desgracia de la gente, ambos se perdieron y no atendieron el interés supremo de la comunidad. Están lejos del bien común.

Ambos enseñaron el cobre y a como se ve, ninguno alcanza la altura que tienen los culiacanenses que sufragaron aquel día que cambió aparentemente todo, por lo que seguramente en breve, les cobrarán la factura.

Porque el pueblo “los trae entre ojos”.

Las caravanas del momento.

Sin que les afecte mucho que no los incluyan en las encuestas del momento, el presidente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda y la diputada local Angélica Díaz Quiñónez, visibles aspirantes a la gubernatura y a otros cargos de elección popular, se mueven como los gladiadores en la arena.

Para no ausentarse del escenario político, diversifican a la estrategia de la labor, la lucha y la gestión social, el método del “entra, recibe y sales”. La muestra fue la caravana de miles de vehículos motrices que realizaron el viernes pasado simultáneamente en varias ciudades para pronunciarse por el uso obligatorio del cubre bocas frente a la ola contagiosa del covid-19. Un claro mensaje de que “aquí estamos” para todos.

Ese suceso del PAS, se dio precisamente a casi un mes de que desplegó un convoy por las vías más transitadas de nuestra ciudad, que compusieron militantes y simpatizantes para felicitar en su cumpleaños al líder partidista. La fortaleza política la exhibieron el 25 de octubre y el 20 de los corrientes, repitieron la dosis al celebrarse la Revolución Mexicana.

Los pobladores salieron a verlos y le mandaron apoyo a través de las redes sociales, por millares. Ello constituyó la base sólida de lo que es uno de los sondeos del instante más frescos y pujantes para quienes desean aparecer en las boletas el 2021.

Están en la jugada.

Una gresca directa, “de lavadero” –por decirlo de alguna manera y con todo respeto a las lavanderas de épocas de vecindario que ya se fueron-, ligaron el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro y el diputado local Pedro Villegas Lobo, yéndose al fondo de un juego fangoso que no traerá nada positivo, pero que expondrá sobre quién es el más grosero, vulgar o corriente.

Están extraviados.

Penosamente, si siguen en esa frecuencia, reafirmarán que no encuentran ideas para desempeñar sus papeles y que en vez de centrarse en lo que la gente demanda, permanecerán en ese lugar, en el que sin méritos, los colocó el accidente electoral del 2018 que empujó el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

Los dos llegaron producto de ese incidente.

Para los ciudadanos, resulta curioso observar que de lo que se acusan uno y otro es lo que poseen. Y lo que niegan es lo que tienen.

El segundo señala al primero de que “fue un error” para los culiacanenses elegirlo y, que actúa de manera misógina.

No hay que olvidar, que el legislador cayó al Congreso del Estado, a causa de lo que algunos electores llamaron la equivocación en que incurrieron al momento de acudir a las urnas, los electores.

Como tampoco se puede borrar de la mente, que sus principales pleitos los contrajo con mujeres, a las que parece que odia.

En cambio el edil de la capital sinaloense le imputa al integrante de la Cámara de ser corriente y vulgarizado.

Empero, a juicio de los pobladores, son casi iguales o idénticos y por desgracia los dos son morenistas, que desacreditan a militantes de esta agrupación que si son valiosos en su trabajo y en sus relaciones con la ciudadanía.

El munícipe, también desde que asumió el cargo, echó mano del recurso fácil de la grosería, la burla y la prepotencia.

Para desgracia de la gente, ambos se perdieron y no atendieron el interés supremo de la comunidad. Están lejos del bien común.

Ambos enseñaron el cobre y a como se ve, ninguno alcanza la altura que tienen los culiacanenses que sufragaron aquel día que cambió aparentemente todo, por lo que seguramente en breve, les cobrarán la factura.

Porque el pueblo “los trae entre ojos”.

Las caravanas del momento.

Sin que les afecte mucho que no los incluyan en las encuestas del momento, el presidente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda y la diputada local Angélica Díaz Quiñónez, visibles aspirantes a la gubernatura y a otros cargos de elección popular, se mueven como los gladiadores en la arena.

Para no ausentarse del escenario político, diversifican a la estrategia de la labor, la lucha y la gestión social, el método del “entra, recibe y sales”. La muestra fue la caravana de miles de vehículos motrices que realizaron el viernes pasado simultáneamente en varias ciudades para pronunciarse por el uso obligatorio del cubre bocas frente a la ola contagiosa del covid-19. Un claro mensaje de que “aquí estamos” para todos.

Ese suceso del PAS, se dio precisamente a casi un mes de que desplegó un convoy por las vías más transitadas de nuestra ciudad, que compusieron militantes y simpatizantes para felicitar en su cumpleaños al líder partidista. La fortaleza política la exhibieron el 25 de octubre y el 20 de los corrientes, repitieron la dosis al celebrarse la Revolución Mexicana.

Los pobladores salieron a verlos y le mandaron apoyo a través de las redes sociales, por millares. Ello constituyó la base sólida de lo que es uno de los sondeos del instante más frescos y pujantes para quienes desean aparecer en las boletas el 2021.

Están en la jugada.