Ya pasaron 16 días en que el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador le extendió un salvoconducto diplomático al gobernador Quirino Ordaz Coppel para hacerlo intocable, y todavía los morenistas se niegan a echarse los tragos amargos que apaciguarán su sed de venganza, mientras que en el Congreso local, se apuran a esconder todo indicio probatorio de irregularidades. De posibles malos manejos financieros.
De los que aseguraron los legisladores salientes de Movimiento de Regeneración Nacional, de que “los hay los hay”.
Asi es que, en la propuesta presidencial para enviar al mandatario que culminará su periodo el próximo 31 de octubre como Embajador a España, se desarma a Rubén Rocha Moya para acusar y perseguir cualquier anomalía.
Lo paralizaron para que no saque el arma ni abra el sobre para culpar a su antecesor como se usó por décadas, de acuerdo a las reglas políticas no escritas, como el mazatleco lo operó contra Mario López Valdez, para cubrir mediáticamente su arribo, porque no promovió consecuencias jurídico penales serias. Fue puro circo.
En los círculos del quienes se creen activos del morenismo, siguen aún perplejos e iracundos. E incluso traicionados.
Sostienen que no entienden la decisión del titular del Ejecutivo Federal para brindar protección al empresario que pronto dejará de gobernar Sinaloa.
Sin embargo, lo más probable es que no quieren comprender la jugada de alto nivel del tabasqueño. Es la vía o el instrumento para reforzar sus frágiles vínculos con los empresarios del país y sus intenciones de engrosar diversos segmentos para el futuro inmediato que está en 2024 con la primera parada en 2022.
Y el hotelero de Mazatlán, no es nada ingenuo. Lo que sorprendió fue su frialdad para meterse primero como la humedad y luego concretar acuerdos, a costa de aplastar a los priistas, panistas y perredistas con quienes hubo alianza por la gubernatura en 2021.
Primero es lo primero y su salvación estaba por encima de todo y contra todos, por lo que se salió con la suya.
De cualquier forma, es de reconocerse su astucia.
En tanto en la Cámara estatal, la bancada que presidirá Feliciano Castro se apresta a limpiar la probable escena el crimen. Con la orden de callar boca todos, ante la imagen que les restregaron de no tocar a uno de los gobernadores mejor evaluados.
Se habla que el Gobierno Federal le autorizó un suministro de mil 500 millones de pesos al estado para cubrir adeudos de cierre de año y de periodo gubernamental. Habrá que ver si alcanzan para no heredar números rojos a Rubén Rocha Moya o aguantarse las ganas de lanzarse de cacería, lo que desde antes era muy remoto por la subordinación que tuvo ante Quirino Ordaz Coppel.
Millán, Cuén y Gerardo, movilizándose.
En la caja de sorpresa que Rubén Rocha Moya se alista para levantar la tapa totalmente, después de la inclusión de la priista Rosa Elena Millán podría salir el nombre de Juan Ernesto Millán Pietsch para integrarse al gabinete. Entre otras figuras también de afiliación al Partido Revolucionario Institucional que dejó caer como cartas de naipes en el fondo de ese cofre, que maneja como si fueran joyas preciosas.
Dentro de tal ambiente el alcalde electo de Morena en Ahome, Gerardo Vargas Landeros, revela el nombre de Genaro García como secretario del Ayuntamiento y el torno a ello impera el silencio. Una operación para calar el momento político como sucedió con el caso de la ex candidata al gobierno de la entidad de Fuerza por México, que pronto dirá que sí el entra al cargo que le ofrecen.
El nuevo presidente municipal ahomense, es un “ajonjolí de todos los moles”. Se metió a la arena a pelear y logró la Vicepresidencia de la Asociación de Autoridades Locales de México, plataforma que le permitirá movilidad política y social abierta. Algo trama.
Entre los escenarios actuales, ya se supo porque la guarda sorda de Héctor Melesio Cuén para abrirse de capa por aceptar la secretaría de Salud que le ofertan. Aún se le mueve con vida la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, le otorgue la diputación plurinominal que impugnó formalmente. Ello lo obligaría a quedarse en el Congreso.
Y una dama le entraría al quite con una de las dos secretarías que les entregarán a partir de noviembre.
