/ lunes 18 de julio de 2022

¿A qué intereses desconocidos se refiere Sara?

En un operativo de la Marina en el que no lo buscaban, cayó preso de nuevo el capo sinaloense Rafael Caro Quintero, lo que genera un pesado contraste cuando todas las policías juntas intentan cazar a los asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez, y nada, por esos intereses desconocidos a los que apela la Fiscal General del Estado, Sara Bruna Quiñónez, como pretexto.

Y que más bien, habla de fines completamente conocidos porque las fotografías que circularon por las redes sociales, las subieron de modo premeditado para viciar el debido proceso y proteger a los autores materiales e intelectuales del crimen del columnista.

Específicamente, al tratarse de material especial o confidencial que aparece dentro de la carpeta de investigación, las manos de muy pocos pueden tener acceso a ésta y además son de quienes fungen como personal autorizado.

¿Por qué la titular de la FGE se apresuró a lavar las manos a los elementos que tienen el encargo del caso?

¿Algo oculta también la dama sobre el asunto?

O ella cuenta con información fidedigna de que alguien de más arriba del poder institucional, hace hasta lo imposible porque no caiga el peso de la justicia sobre los probables culpables que se escabulleron cuando se aseguraba que los tuvieron ubicados e identificados.

La ex juez local está obligada a ponerle nombre y apellido a esos que presumiblemente señala a grosso modo.

Si carece de los datos precisos, entonces deberá indagar u ordenar que se haga ello para saber si empleados de la institución autónoma que encabeza y que conocen las entrañas de cómo hacer bien o mal las cosas, tuvieron algo que ver en la filtración de las imágenes.

No hay que olvidar que fu todo planeado.

Y si miembros de la estructura laboral investigadora de la Secretaria de Seguridad Pública Federal, que dirige Maricela Rodríguez, juegan sucio como se supone desde un principio, que igualmente lo exponga.

Para cualquiera de los casos, obvio que habrá responsabilidad legal y se tiene que actuar en un tema que se convirtió en una trama, que como en las películas de terror, tiene atemorizados a los espectadores que son para el caso, los familiares del comunicador, el gremio periodístico y los sinaloenses.

De lo contrario, se dudará más de Sara Bruna Quiñónez que no dá una desde que asumió el encargo.

Porque en el otro extremo de la lucha contra el narcotráfico, el crimen y la persecución de delincuentes, está claro que no iban como se dice por José Noriel Portillo Gil “E Chueco”, homicida de los sacerdotes jesuitas de Chihuahua.

El objetivo primordial era Rafael Caro Quintero, que tan pronto como lo quisieron capturar, lo lograron.

La reunión entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y del estadounidense Joe Biden fue el remache para lanzarse sobre el asesino del ex agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.

¿Tendrá que darse un encuentro más entre ambos mandatarios para que se materialice la aprehensión de quienes privaron de la vida a Luis Enrique Ramírez Ramos?

Sergio contra Benitez y Vargas. No yerra golpe.

El dirigente de Movimiento Ciudadano en la entidad, Sergio Torres Félix, se convirtió en el único opositor de los gobiernos morenistas. En el Congreso del Estado, los priistas, la panista y hasta los que se declararon independientes, hacen las veces de “floreros” de la cadena de poder que proviene desde el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

En su visita a Los Mochis, donde ofreció su conferencia Naranja, el líder emecista acusó al alcalde Gerardo Vargas Landeros, se llevarse en plena campaña de proselitismo y no atender los graves problemas de los ahomenses.

Su postura, ocasionó una reacción del edil para apaciguar las aguas.


Isife, de lleno en la reconstrucción de escuelas.

Una semana antes en Mazatlán, le expresó cuantas son cuatro al presidente municipal Guillermo Benitez Torres. Y le auguró, que le quedan muy pocos días al frente del ayuntamiento.

Es quien sigue en la lista, después de que Jesús Estrada Ferreiro de Culiacán, salió en principio, dejando tierra de por medio por sus arbitrariedades.

Al mazatleco, obvio que Sergio Torres Félix, lo agarró con los dedos de la mano en la puerta, por tantas tropelías y latrocinios en contra del erario público y de las familias que sufren del mal gobierno, que ha cometido.


A Hugo Echave Meneses estuvo a punto de desbordársele el gigantesco conflicto que le dejaron los ladrones de materiales y equipos en las escuelas en todo el estado, que comenzaron a escurrirle en consecuencias sociales y políticas, luego de que padres de familia y maestros, escogieron la forma cómodas para protestar y bloquear las calles, sin poner algo de su parte pero con el marro de la presión en mano.

No quisieron reparar en que se enfrentaban, todos, que no solo las autoridades federales y estatales, a un desmantelamiento generalizado en el que no había por dónde empezar de lo grave que era y de la inversión multimillonaria que implicaba el asunto.

Empero, en una maniobra contra reloj, el director general del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, después de convencer a los paterfamilias y a los mentores de que tuvieran paciencia, informó que en los ocho meses del mandato de Rubén Rocha Moya, le da mantenimiento a más de 600 planteles escolares.

Con una inversión de más 117 millones de pesos que beneficiaron a casi 127 mil estudiantes de diferentes niveles, le entraron de lleno a la reconstrucción de la infraestructura de este tipo, a través del Fondo de Aportaciones Múltiples, y junto con el mandatario, seguirán moviendo picaportes de las dependencias federales para lograr mayores recursos financieros.

Con ello, serenaron las demandas que surgieron una tras otra.

En un operativo de la Marina en el que no lo buscaban, cayó preso de nuevo el capo sinaloense Rafael Caro Quintero, lo que genera un pesado contraste cuando todas las policías juntas intentan cazar a los asesinos del periodista Luis Enrique Ramírez, y nada, por esos intereses desconocidos a los que apela la Fiscal General del Estado, Sara Bruna Quiñónez, como pretexto.

Y que más bien, habla de fines completamente conocidos porque las fotografías que circularon por las redes sociales, las subieron de modo premeditado para viciar el debido proceso y proteger a los autores materiales e intelectuales del crimen del columnista.

Específicamente, al tratarse de material especial o confidencial que aparece dentro de la carpeta de investigación, las manos de muy pocos pueden tener acceso a ésta y además son de quienes fungen como personal autorizado.

¿Por qué la titular de la FGE se apresuró a lavar las manos a los elementos que tienen el encargo del caso?

¿Algo oculta también la dama sobre el asunto?

O ella cuenta con información fidedigna de que alguien de más arriba del poder institucional, hace hasta lo imposible porque no caiga el peso de la justicia sobre los probables culpables que se escabulleron cuando se aseguraba que los tuvieron ubicados e identificados.

La ex juez local está obligada a ponerle nombre y apellido a esos que presumiblemente señala a grosso modo.

Si carece de los datos precisos, entonces deberá indagar u ordenar que se haga ello para saber si empleados de la institución autónoma que encabeza y que conocen las entrañas de cómo hacer bien o mal las cosas, tuvieron algo que ver en la filtración de las imágenes.

No hay que olvidar que fu todo planeado.

Y si miembros de la estructura laboral investigadora de la Secretaria de Seguridad Pública Federal, que dirige Maricela Rodríguez, juegan sucio como se supone desde un principio, que igualmente lo exponga.

Para cualquiera de los casos, obvio que habrá responsabilidad legal y se tiene que actuar en un tema que se convirtió en una trama, que como en las películas de terror, tiene atemorizados a los espectadores que son para el caso, los familiares del comunicador, el gremio periodístico y los sinaloenses.

De lo contrario, se dudará más de Sara Bruna Quiñónez que no dá una desde que asumió el encargo.

Porque en el otro extremo de la lucha contra el narcotráfico, el crimen y la persecución de delincuentes, está claro que no iban como se dice por José Noriel Portillo Gil “E Chueco”, homicida de los sacerdotes jesuitas de Chihuahua.

El objetivo primordial era Rafael Caro Quintero, que tan pronto como lo quisieron capturar, lo lograron.

La reunión entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y del estadounidense Joe Biden fue el remache para lanzarse sobre el asesino del ex agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.

¿Tendrá que darse un encuentro más entre ambos mandatarios para que se materialice la aprehensión de quienes privaron de la vida a Luis Enrique Ramírez Ramos?

Sergio contra Benitez y Vargas. No yerra golpe.

El dirigente de Movimiento Ciudadano en la entidad, Sergio Torres Félix, se convirtió en el único opositor de los gobiernos morenistas. En el Congreso del Estado, los priistas, la panista y hasta los que se declararon independientes, hacen las veces de “floreros” de la cadena de poder que proviene desde el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

En su visita a Los Mochis, donde ofreció su conferencia Naranja, el líder emecista acusó al alcalde Gerardo Vargas Landeros, se llevarse en plena campaña de proselitismo y no atender los graves problemas de los ahomenses.

Su postura, ocasionó una reacción del edil para apaciguar las aguas.


Isife, de lleno en la reconstrucción de escuelas.

Una semana antes en Mazatlán, le expresó cuantas son cuatro al presidente municipal Guillermo Benitez Torres. Y le auguró, que le quedan muy pocos días al frente del ayuntamiento.

Es quien sigue en la lista, después de que Jesús Estrada Ferreiro de Culiacán, salió en principio, dejando tierra de por medio por sus arbitrariedades.

Al mazatleco, obvio que Sergio Torres Félix, lo agarró con los dedos de la mano en la puerta, por tantas tropelías y latrocinios en contra del erario público y de las familias que sufren del mal gobierno, que ha cometido.


A Hugo Echave Meneses estuvo a punto de desbordársele el gigantesco conflicto que le dejaron los ladrones de materiales y equipos en las escuelas en todo el estado, que comenzaron a escurrirle en consecuencias sociales y políticas, luego de que padres de familia y maestros, escogieron la forma cómodas para protestar y bloquear las calles, sin poner algo de su parte pero con el marro de la presión en mano.

No quisieron reparar en que se enfrentaban, todos, que no solo las autoridades federales y estatales, a un desmantelamiento generalizado en el que no había por dónde empezar de lo grave que era y de la inversión multimillonaria que implicaba el asunto.

Empero, en una maniobra contra reloj, el director general del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, después de convencer a los paterfamilias y a los mentores de que tuvieran paciencia, informó que en los ocho meses del mandato de Rubén Rocha Moya, le da mantenimiento a más de 600 planteles escolares.

Con una inversión de más 117 millones de pesos que beneficiaron a casi 127 mil estudiantes de diferentes niveles, le entraron de lleno a la reconstrucción de la infraestructura de este tipo, a través del Fondo de Aportaciones Múltiples, y junto con el mandatario, seguirán moviendo picaportes de las dependencias federales para lograr mayores recursos financieros.

Con ello, serenaron las demandas que surgieron una tras otra.